Estados Unidos prepara una nueva regulación sobre stablecoins
Gastando uno de los 4 artículos gratis que te da la gente de Forbes, nos enteramos de que Estados Unidos se encuentra en un momento «decisivo», en lo que respecta a las criptomonedas.
Recientemente, las senadoras Kirsten Gillibrand y Cynthia Lummis han anunciado su intención de presentar una propuesta legislativa que podría modificar, en cierta medida, el panorama de las stablecoins.
El proyecto de ley sobre stablecoins
El nuevo proyecto de ley busca establecer un marco claro para la emisión y regulación de las stablecoins.
En este sentido, el proyecto propone dos modelos de emisión: uno para instituciones depositarias, que se regirían bajo los estatutos bancarios estatales y federales, y otro para entidades no depositarias, que estarían sujetas a una supervisión federal directa, con los estados jugando un rol regulatorio importante.
Promoviendo la integridad y la innovación
El objetivo de esta legislación es, por un lado, aumentar la seguridad en el sector financiero, y por otro, fomentar la innovación y garantizar que los emisores de stablecoins mantengan reservas adecuadas, es decir, que cada stablecoin esté respaldada 1:1 con activos estables.
Según explicó la senadora Gillibrand, a Forbes, esta medida es fundamental para proporcionar a los reguladores tanto estatales como federales las herramientas necesarias para actuar contra los malos actores en el mercado, sin obstaculizar el progreso tecnológico.
Un enfoque equilibrado
La senadora Gillibrand ha destacado el carácter equilibrado del proyecto de ley, elaborado a través del compromiso entre diferentes entidades regulatorias y actores del mercado de criptomonedas.
Esta legislación, que busca proteger a los consumidores y a la economía en general, intenta integrar el mercado de las criptomonedas dentro de la corriente financiera principal, aprovechando su potencial para crear un sistema financiero más inclusivo y extenso.
La propuesta legislativa de las senadoras Gillibrand y Lummis podría marcar un antes y un después en la regulación de las stablecoins y, por extensión, en el mercado de criptomonedas en general.
Si el proyecto se convierte en ley, establecerá un precedente en cómo las autoridades estadounidenses interactúan con la tecnología financiera emergente, reconociendo su potencial al tiempo que se establecen salvaguardas para prevenir riesgos financieros.
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